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Norte de Portugal desde Galicia



Una semana conociendo el Norte de Portugal.

Si tu destino es las rías bajas de Galicia, te sugerimos ademas una ruta de cinco días para conocer el norte de Portugal.



Tomando como inicio de nuestro viaje la ciudad de Vigo, te sugerimos descubrir el encanto de esta ciudad de Galicia y corazón de las Rías Baixas: su luz, su clima templado, su gastronomía, su cultura y su increíble paisaje. La ría de Vigo es el mayor tesoro de la ciudad y se encuentra protegida por las Islas Cíes, Parque Nacional en medio del Atlántico y puerta de acceso a la ría de Vigo desde mar abierto, a las que podrás llegar por barco y pasar un día inolvidable disfrutando de sus playas paradisiacas con aguas cristalinas aunque muy frías, o bien realizando senderismo para visitar los rincones de la misma.



En la ría de Vigo podréis contemplar las tradicionales bateas que flotan alineadas y contemplar el puente de Rande, en las que se cría el auténtico mejillón de la ría de Vigo, y se dibujan las siluetas de los más grandes trasatlánticos del mundo.

Porque, además de bella, la ría de Vigo es la de mayor calado de Galicia, lo que la ha convertido en uno de los principales puertos de Europa y en capital de la pesca.

El norte de Portugal tiene un patrimonio cultural, histórico, arquitectónico y paisajístico de gran riqueza, 'perlas' que la UNESCO ha clasificado en los últimos años como Patrimonio de la Humanidad.



Comenzamos la ruta, saliendo de Vigo dirección Tui (la cual merece una visita obligada, paso de peregrinaje a Santiago de la ruta de la Plata) a Valença do Minho, al que llegaremos cruzando el río Miño bien por el puente metálico antiguo construido por Gustave Eiffel en 1884 o por el nuevo. Recomendamos pasar por el antiguo para poder acceder a esta ciudad fortificada que consta de dos ciudades, cada una con su plaza fuerte de estilo Vauban. Unidas por un solo puente tendido sobre su gran foso y seguido por un largo pasaje abovedado, y perderse por sus calles realizando las típicas compras y desde sus murallas de la zona norte contemplar una hermosa vista que abarca el valle del río Miño, Tui y montes de Galicia.



Retomamos nuestra ruta para dirigirnos a Viana do Castelo, a unos 50 km, esta bella población esta ubicada entre la desembocadura del Miño y oporto; y se sitúa en el estuario de Limia, un río que nace en Galicia y va a morir al Atlántico.



Lo mejor de Viana do Castelo es el barrio Antiguo, con calles adoquinadas que llevan a la plaza y de calle en calle, aproximandonos a palacios e iglesias. La plaza de la república es el centro neurálgico del casco histórico, en donde se encuentran el Ayuntamiento, el hospital de la Misericordia y una fuente de 1553. Cerca también puede verse una colegiata con origen románico y varias iglesias barrocas. Unos de los atractivos turísticos y emblema de esta ciudad lusa y lugar que no debéis perderos es la visita a la Basílica neobizantina de Santa Luzia en el monte del mismo nombre, al que podréis acceder por carretera en coche o mediante el funicular (3€ i/v). Esta basílica recuerda bastante al parisino Sacre Coeur, pero las vistas desde el monte o desde la cúpula a la cual se puede subir aun son más bellas si cabe que las de la colina de Montmatre. La vista desde el mirador es excepcional, una panorámica: estuario del río, el puerto pesquero, el puente Eiffel, las inmensas playas, las colinas pobladas de aldeas, la vieja ciudad y la nueva. De la basílica destaca en la fachada los enormes rosetones.



De camino a Oporto, y si tenemos tiempo, es interesante detenerse a visitar Vila do Conde. Destaca el tremendo convento de Santa Clara (se ve desde cualquier sitio), el acueducto y la réplica de una caravela del siglo XV. Es un sitio pequeño pero con encanto.



Y ya estamos llegando a Oporto, ciudad que merecerá unos 2 o 3 días para visitar, tanto su ciudad como alrededores. Oporto no sólo es famoso en el mundo entero por la calidad de los vinos a los que cede el nombre. Es una ciudad que está declarada Patrimonio de la Humanidad y, además, en el año 2001 fue Capital Europea de la Cultura. De orígenes ancestrales, sin embargo se renueva constantemente como bien demuestra la influencia de la obra del arquitecto Álvaro Siza. Más al Norte tienes Oporto, en donde lo más llamativo es el Puente Eiffel y la ciudad vieja (junto al río sobre todo). Es imposible que alguien quede indiferente ante la belleza del puente de Don Luis I o la Catedral o la Torre de los Clérigos , la estación de tren ... La lista es interminable, abarcando numerosas iglesias, el Palacio Arzobispal, el teatro de Sao Joao y los restos de la muralla. Y es que Oporto sigue guardando la esencia de su pasado medieval... Tiene una calle llamada Santa Catarina que es de obligado paso además de ser la zona de tiendas por excelencia de la ciudad. Una vez que estés en ella, párate en el Café Majestic, es un local antiguo que se conserva tal cual desde que se inauguró (en 1921). Sus sillas, mesas y demás te hacen sentir como en esos años, sólo te faltará la ropa de época, de verdad (y un cafetillo doble no es nada caro).




Para comer recomendamos para comer el restaurante Chic Dream, donde podréis degustar polvo (pulpo) confitado.....

Recomiendo utilizar las rutas de Tour, para hacerte una idea de la ciudad, y debido a las grandes cuestas facilitara la visita, haz también un "tour" o visita guiada por las bodegas. Un guía te explicará todo el proceso y detalles de elaboración del vino y al final del todo una degustación con su detalle incluido, faltaría más! Esto queda en la otra orilla en Gaia. En vuestra visita a la ciudad no os olvideis de llegar a la Liberia Lello, mundialmente conocida por la pelicula de Harry Poter.



Cerca de Oporto, merece la pena dedicar una tarde a visitar Matosinhos, lo primero que nos encontramos al llegar es una gran red en medio de una rotonda. Matosinhos es conocida por ser la cuna de Álvaro Siza, el arquitecto vivo más importante de Portugal. Corría el año 1933 cuando Siza vio la luz en Matosinhos. Dice su biografía que tras visitar Barcelona y enamorarse del legado de Antonio Gaudí se matriculó en la Facultad de Bellas Artes de Oporto. Se puede contemplar el Ayuntamiento, que es una de las obras más representativas de Siza, y las famosas piscinas de agua salada Piscina da Mares, en la playa de Leca da Palmeira, donde queda claramente expuesta la arquitectura al servicio de la naturaleza, siempre remarcada por colores y formas. Este conjunto arquitectónico es público, al que se puede acceder pagando 3€ por persona. Si no pretendes bañarte en ellas puedes acceder a la cafetería.



La Casa Ferreira da Costa y el Café Boa Nova, asomado al Atlántico, son otros ejemplos de la creatividad vanguardista de Siza.



De la zona norte de Portugal, y encontrándose a 80 km de Oporto, no se debe dejar de ver Aveiro, tanto el pueblo -con sus canales y calles acogedoras- como una pequeña población que también es Aveiro pero que se conoce como Costa Nova -está, como el propio nombre indica, en la costa-, y es una zona preciosa que se caracteriza por sus casas pintadas de colores, el agua casi al mismo nivel de la carretera y unas playas de vicio.



Emprendemos regreso a Galicia, y de camino pasamos por Guimaraes, de esta población la Historia narra el pasado glorioso, ciudad que el primer rey de Portugal, Don Afonso Henriques, convirtió en capital del país en el siglo XII. Hoy en día, al andar por su casco antiguo todavía se pueden contemplar las huellas del esplendor que mantiene desde hace más de 850 años. Por eso, la UNESCO clasificó a Guimaraes como Patrimonio de la Humanidad.




Al llegar a Guimaraes, es imposible evadirse del “aroma” que rodea a las calles medievales de la ciudad. Aquí nació el primer rey del país y aquí tuvo también su cuna el dramaturgo Gil Vicente. Paseando por los “largos” de Oliveira y Toural, así como por la plaza de Santiago se puede apreciar que aquí el tiempo no tiene prisa. En los balcones de madera de las casas parece que la historia se ha detenido.

Las murallas y el castillo guardan el origen de la nacionalidad portuguesa, así como la iglesia de San Miguel del Castillo, donde se encuentra la pila románica en la que fue bautizado Dom Afonso Henriques. Numerosas iglesias, como Nossa Senhora da Oliveira, Santo Domingo, Sao Torcato o Sao Marinho de Candoso, mezclan los estilos arquitectónicos, desde el románico al mudéjar, desde el barroco al neoclásico.

Y ya para finalizar nuestra ruta, nos dirigimos a Braga, pero antes de entrar en la ciudad nos dirigimos a Bom Jesus do Monte. La iglesia del Bom Jesus Do Monte es uno de los iconos de Portugal y uno de los monumentos más visitados por los turistas. Su escalera de granito cubre las portadas de cientos de guías turísticas. Fue encargada por el arzobispo Maura-Teles y tras 60 años de construcción se inauguró en 1783.



Los frondosos alrededores del Bom Jesus es un lugar muy popular de picnic para las personas de Braga. Se puede subir en funicular o a pié (lo cual permite observar mejor los detalles). Cada escalera tiene una serie de fuentes, la primera el la herida de Cristo, los cinco siguientes son sus sentidos y las siguientes tres son sus virtudes. Tiene también una serie de capillas barrocas.

Braga es una de las ciudades más antiguas de Portugal. La llaman la Roma portuguesa porque es un centro de poder eclesiástico. Los romanos la llamaron Bracara, de ahí su nombre. En el medievo rivalizó con Toledo y Tarragona como centro de poder católico en la peninsula. De hecho, hoy es la ciudad más religiosa de Portugal.



Su Palacio arzobispal es impresionante, así como otras construcciones de índole religioso que pululan el mapa de la ciudad. Políticamente es una de las ciudades más conservadoras de Portugal. También es una ciudad con un comercio en crecimiento y con nuevos y renovados bríos económicos.

Estos bríos han traído la modernización de los edificios de esta ciudad, levantando las quejas de muchos que preferirían dejar intacto su aspecto tradicional.

Esta ciudad no está hecha para conducir, como se deduce al comprobar que si intentamos entrar sus calles de sentido único nos lo hacen complicado y si queremos salir nos retiene en su interior. Existe un parking de pago en la Praça Conde do Agrolongo. El casco histórico y la catedral son una zona abarcable a pie.

Las principales visitas recomendadas en esta ciudad: catedral, palacios y arzobispado.




Fotografías: Luis J.Cornejo


Webs de turismo recomendadas:
  1. http://www.turismodevigo.org/es/un-mar-de-cultura
  2. http://oportoando.com/monumentos/libreria-lello/
  3. http://turismogalicia.blogspot.com.es/2008/09/turismo-en-tui.html
  4. http://elmundoviajes.elmundo.es/elmundoviajes/especiales/2003/11/portugal/rutas.html
  5. http://www.oporto.net/
  6. http://www.guiadeviaje.net/portugal/braga.html
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