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PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN PROFILAXIS PARA HIGIENISTAS

La profilaxis dental, también conocida como tartrectomía ó limpieza dental profesional, es un procedimiento preventivo que se realiza en consulta, para eliminar la placa bacteriana y el cálculo, acumulados en los dientes, y en el surco gingival.

Las bacterias bucales pueden ingresar al torrente sanguíneo y causar problemas de salud. La realización de profilaxis dental, cuando ésta indicada, ayuda a prevenir las siguientes enfermedades:

 

  • Enfermedades periodontales:

-Gingivitis: Es una inflamación reversible de las encías, ocasionada por la acumulación de placa bacteriana. Se manifiesta clínicamente por enrojecimiento, inflamación y sangrado de las encías. La gingivitis de no ser tratada, con una profilaxis en consulta, puede progresar a periodontitis.

-Periodontitis: es una enfermedad inflamatoria crónica de naturaleza infecciosa causada por bacterias que destruye los tejidos que sostienen los dientes y aparece cuando la gingivitis no ha sido tratada. De no ser tratada provoca la retracción irreversible de las encías y con el tiempo, puede conllevar a la pérdida dental. La periodontitis se trata mediante raspados y alisados radiculares.

  • Halitosis de origen bucal: La halitosis se desarrolla dependiendo de las características individuales de cada paciente, teniendo en cuenta su flora bacteriana, la cantidad y calidad de higiene bucal, el estado periodontal, la presencia de superficies bucales retentivas (surcos gingivales, caras interdentales de las piezas dentales y lengua), el flujo salival, la frecuencia en el consumo de alimentos, el hábito tabáquico, la existencia de secreciones retronasales y los cambios hormonales. Una higiene bucal deficiente implica acumulación de restos de alimentos y bacterias en el medio oral y esto genera la descomposición de sustratos proteicos por parte de microorganismos predominantemente gramnegativos, que generan, la producción de compuestos sulfúricos volátiles (componentes fétidos del mal aliento).
  • Enfermedad de caries: Es una disbiosis multifactorial. Las bacterias presentes en la placa dental, fermentan los azúcares y producen ácidos que disuelven los minerales del esmalte dental. Este proceso se llama desmineralización, cuando no mantenemos una higiene bucal adecuada, la desmineralización continúa, formando una cavidad en el diente que es lo que conocemos como lesión de caries. Esta, de no se ser tratada, se extiende hacia la dentina y pulpa dental, causando infección y dolor. Por ello la prevención y tratamiento temprano son cruciales para evitar estas complicaciones.
  • Enfermedades cardiacas: Las bacterias presentes en la boca, especialmente aquellas asociadas con la enfermedad periodontal, pueden ingresar al torrente sanguíneo y viajar a otras partes del cuerpo, incluyendo el corazón. Estas bacterias pueden contribuir a la inflamación de los vasos sanguíneos y a la formación de placas de aterosclerosis, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas como la enfermedad coronaria (estrechamiento de las arterias coronarias) y los infartos de miocardio. Además, las bacterias pueden causar infección en el revestimiento interno del corazón (endocarditis), especialmente en personas con válvulas cardíacas dañadas o artificiales. La enfermedad periodontal también puede aumentar los niveles de ciertos marcadores inflamatorios en el cuerpo, como la proteína C reactiva, que es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares.
  • Complicaciones diabéticas: La diabetes, especialmente si no está bien controlada, aumenta el riesgo de desarrollar gingivitis y periodontitis. La diabetes puede reducir la producción de saliva ocasionando sequedad bucal (xerostomía). La disminución de la saliva y el aumento de glucosa en la boca pueden favorecer la formación de caries y el crecimiento de hongos como la Candida albicans, pudiendo ocasionar una candidiasis oral o la aparición de úlceras. Estas úlceras y aftas en pacientes diabéticos pueden tener un retraso en la cicatrización porque la diabetes afecta a la circulación sanguínea.

En algunos casos, la diabetes puede afectar también, el sentido del gusto, lo que puede llevar a cambios en la dieta y a un mayor consumo de azúcares y carbohidratos, perjudicando aún más la salud bucal.

Por todo ello, es crucial informar e instruir a los pacientes diabéticos para que no sólo revisen sus niveles de azúcar en sangre, sino que mediante recomendaciones de alimentación e higiene bucodental eviten posibles complicaciones de su enfermedad.

  • Infecciones respiratorias: Cómo he estado detallando, una mala higiene bucal permite que las bacterias se multipliquen en la boca, especialmente en las encías. Estas bacterias también pueden ser inhaladas hacia los pulmones, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados o con dificultad para tragar. Una vez en los pulmones, estas bacterias pueden contribuir a inflamar las vías respiratorias, y causar neumonía, o agravar los síntomas en enfermedades cómo la bronquitis crónica o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
  • Afecciones en el embarazo: La mala higiene bucal junto con los cambios hormonales durante el embarazo, pueden aumentar el riesgo de complicaciones tanto para la madre como para el bebé, por ello es muy importante mantener una buena higiene oral para prevenir problemas como gingivitis gestacional, parto prematuro, bajo peso al nacer y preeclampsia.

 

Procedimiento en profilaxis abordadas por higienistas dentales:

La profilaxis será indicada por el dentista, cuando la placa sea supragingival y no exista bolsas periodontales, es decir, que el sondaje mediante la sonda periodontal no exceda los 4mm. Y el procedimiento será realizado por el higienista.

La cita para una profilaxis suele tener una duración de entre 45 minutos y 1 hora, dependiendo de la calidad en el servicio que se desee ofrecer.

Las medidas de protección son guantes, mascarilla y gafas o pantalla protectora facial.

 

Protocolo de profilaxis en el gabinete de higiene:

  1. Evaluación inicial: Antes de comenzar cualquier tratamiento debemos estudiar la historia clínica del paciente y después explorar como higienistas la boca del paciente para asegurarnos del tratamiento que vamos a realizar y advertir, si viéramos algún signo, infección o caries, que haya podido pasar desapercibido en la valoración inicial con el dentista.
  2. Eliminación del cálculo en una profilaxis: El procedimiento es una acción mecánica mediante el uso de ultrasonido con punta de acero inoxidable esterilizada, con lo que realizamos el detartraje para eliminar el sarro adherido a la superficie de los dientes y en el surco gingival. Normalmente este proceso en indoloro.
  3. Pulido de las superficies dentales: Aplicamos pasta para profilaxis granulada y ligeramente abrasiva, y mediante un cepillo rotatorio en el contra ángulo pulimos la superficie de las piezas dentales, para eliminar manchas extrínsecas y dejar la superficie lisa, lo que dificulta y prolonga la acumulación de nueva placa. Dependiendo del caso, podemos utilizar, además, otras herramientas como, copas de pulido, aeropulidor con diferentes tipos de polvo (bicarbonato, glicerina o eritritol) y cintas de acabado.
  1. Instrucciones de higiene y recomendaciones personalizadas.

Una de las labores más importantes de los higienistas, es la prevención de enfermedades bucodentales, y la promoción de la salud.

Para ello es fundamental enseñarles a cepillarse y que mejor momento que cuando terminamos una profilaxis, que el paciente se siente mucho más motivado:

  • Elegir tipo de cepillo (manual o eléctrico) teniendo en cuenta habilidades/necesidades del paciente.
  • Elegir técnica de cepillado y enseñársela.
  • Explicar que el cepillado debe realizarse de forma meticulosa, con una durabilidad de al menos dos minutos y que se debe de realizar después de cada comida, para mantener un estado bucodental saludable.
  • Indicar cantidad de pasta de dientes recomendada en cada cepillado.
  • Explicar la importancia de la limpieza interdental para eliminar la placa bacteriana entre los dientes/encías, y enseñarle el uso de la seda dental o cepillo interdental. Dar marcado en el recetario la recomendación personalizada, ya sea de la seda, o del cepillo interdental con el PHD (Passage Hole Diameter) adecuado para los espacios interdentales del paciente, y por supuesto, es fundamental, enseñar cómo se hace.
  • Instruir en el uso de irrigador bucal a los pacientes que requieran de su utilización, y darles esas recomendaciones que hacen la práctica más fácil, como; comenzar regulando la presión en un nivel bajo, no poner en marcha hasta que la boquilla este en la boca, inclinarse hacia el lavabo. Evitar salpicaduras manteniendo los labios ligeramente cerrados y apagar el aparato antes de sacar la boquilla de la boca.
  • Proponer el uso de colutorio sólo en los casos en los que esté indicado.

 

Una vez terminada las instrucciones de higiene y practicada la técnica de cepillado y limpieza interdental, podemos recomendarle una buena pasta de dientes, que seleccionaremos teniendo en cuenta su posible vulnerabilidad.

  • Si identificaremos un paciente con gran tendencia a la caries, le recomendaremos una pasta de dientes con flúor. Suele aparecer en las pastas como fluoruro de sodio, flúor de amina o fluoruro de estaño. Y le podemos hablar del Xilitol.
  • Si el paciente observamos que tiene inflamación y sangrado de encías podemos pautar unos días clorhexidina y recomendarle alguna pasta orientada al cuidado de las encías con contenido en cloruro de cetílpiridinio (CPC) que algunas pastas combinan con lactato de zinc que inhibe y reduce el sangrado gingival y potencia el efecto antiséptico del CPC. También les podemos recomendar pastas con citrato de zinc que tienen función antiplaca.
  • Si el paciente presenta sensibilidad dental debemos recomendarle una pasta con alto contenido en nitrato potásico.
  • Si tiene tendencia a altas: Ofreceremos pastas con Aloe vera, ácido hialurónico, pantenol o alantoína, polivinil pirrolidona (PVP) o ácido glicirretínico.
  • Para pacientes con xerostomía o polimedicados, podemos recomendarles pastas que contengan sales minerales con vitamina E y aloe vera. A muchos de estos pacientes les es insuficiente con la pasta y podemos recomendarles el uso de humectantes en otras presentaciones como colutorios, espray y caramelos.

 

Existen otras recomendaciones que podemos compartir para promover la salud de nuestro paciente:

  • Reducir el consumo de azúcares y carbohidratos que proporcionan alimento para las bacterias, aumentando la producción de ácido y por tanto mayor riesgo de formación de caries. Evitar así mismo también, las bebidas azucaradas y alimentos pegajosos.
  • Fomentar una dieta saludable. Son buenas opciones; los alimentos integrales, frutas, verduras, huevos, lácteos, carnes magras, pescado, pollo, legumbres y frutos secos.
  • Evitar hábitos perjudiciales, cómo el consumo de alcohol o tabaco.
  • Beber agua, es crucial para mantenernos hidratados, parece algo evidente, pero, aun así, el 75% de los españoles (tres de cada cuatro) no alcanza las recomendaciones de ingesta adecuada de agua propuestas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que indica que en adultos debe ser de 2,5 litros/día para hombres y 2 litros/día para mujeres. El agua potable, esa agua que sale del grifo, puede ser fluorada intencionalmente para ayudar a prevenir caries, mientras que el contenido de fluoruro en las aguas minerales es natural y depende de la fuente subterránea de donde se extrae el agua.  La concentración de fluoruro en el agua potable suele estar entre 0.6 y 1.0 mg/L, mientras que las aguas minerales envasadas en España tienen una media de 0.22 mg/L, según un estudio publicado por Elsevier.
  • Algunos pacientes nos cuentan la imposibilidad de cepillarse después de cada comida, por motivos personales o laborales. Estos, son los candidatos perfectos para proponer el consumo de caramelos o chicles con contenido en xilitol. El xilitol, es considerado un polialcohol con poder edulcorante, de sabor similar a la sacarosa, y es poco metabolizado por los microorganismos bucales. Su acción consiste en inhibir la desmineralización, mediar en la remineralización, estimular el flujo salival, disminuir los efectos del Estreptococo mutans y estabilizar la caries. No olvidar recordar que el consumo de chicle no debe exceder los 20 minutos.

Antes de despedirnos del paciente, es conveniente que le informemos de:

  • Visitas regulares a la consulta dental: Le recomendaremos su próxima visita de 6 a 12 meses dependiendo de las necesidades individuales del paciente.
  • Frecuencia de la profilaxis: Le explicaremos que se establece los intervalos dependiendo de la necesidad de cada paciente. Por lo que dependerá siempre de la placa que veamos que va acumulando en los próximos meses
  • Tratamiento temprano: Pediremos al paciente que, si detecta inflamación, sangrado de encías, mal aliento o molestias en alguna pieza dental, es importante que acuda a consulta cuanto antes, para un tratamiento temprano, si fuera necesario y evitar complicaciones.

 

Referencias:

 

 

 

Natalia de Castro

Higienista dental (Col.280794)

Responsable comisión protocolos clínicos.

 

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