Revista Higienistas.com
Ir a la home


ARTÍCULO PRAXIS 1  ARTÍCULO PRAXIS 2  ARTÍCULO PRAXIS 3



El papel del higienista dental en la Odontopediatría

AUTORES:
Clara Serna Muñoz.
Máster en Odontopediatría, Hospital San Rafael.
Práctica privada exclusiva de Odontopediatría en Murcia.
Profesora Colaboradora Universidad de Murcia.
Correspondencia: claraserna@live.com

Amparo Pérez Silva
Especialista en Odontopediatría
Profesora Colaboradora Universidad de Murcia

Antonio José Ortiz Ruiz
Profesos Titular Clínica Odontológica Integrada Infantil
Universidad de Murcia

Introducción

Actualmente, la caries de aparición temprana es la afección oral más frecuente en la población infantil y representa un serio problema de salud comunitaria en países desarrollados y subdesarrollados (1,2,3). Está causada por una serie de factores, entre los que destacamos (4):


  1. La modificación de la alimentación que sufre la sociedad, con el incremento del consumo de bebidas azucaradas y azúcares refinados, sobre todo entre comidas, consecuencia de los estilos de vida actuales.

  2. La falta de higiene y las técnicas incorrectas de cepillado, hechos que favorecen también la aparición de patologías a nivel periodontal.


De modo que, teniendo en cuenta estos factores, el manejo de la caries en la clínica debe estar siempre basado en un correcto diagnóstico. Así, antes de establecer un plan de tratamiento, ha de analizarse individualmente a cada niño para tratar la enfermedad de forma global, no limitándonos únicamente a los dientes, sino impulsando y proponiendo cambios en su estilo de vida para que el paciente adopte conductas que eviten apariciones de nuevas caries.

De modo que partimos de la premisa de que el tratamiento clínico restaurador de la caries per se nunca controlará el problema de base. Son varios los factores etiológicos que deben tenerse en cuenta para que el tratamiento realizado sea exitoso y logremos controlar la enfermedad en su totalidad:

  • La placa bacteriana.
  • La dieta.
  • Las condiciones del huésped.

Por otro lado, deben tenerse en cuenta los indicadores de riesgo, que son circunstancias indirectamente asociadas a la enfermedad:

  • La actitud de los padres ante los hábitos de higiene de sus hijos.
  • La actitud de los niños ante su propia salud oral.
  • Los conocimientos de padres e hijos sobre higiene, etc. (5,6)

Así, mientras que el tratamiento mecánico y de manejo de conducta es llevado a cabo por el Odontopediatra, el control de estos últimos está dentro de las competencias del profesional de higiene dental.

Pautas de actuación en la consulta

Cuando un niño acude a la consulta odontológica por primera vez, el odontopediatra establecerá un plan de tratamiento adecuado a sus necesidades y a su edad. El papel de la higienista es de gran ayuda la hora de llevar a cabo el tratamiento, y sobre todo la motivación en la higiene, ya que el plan de tratamiento siempre prevé protocolos de prevención.

De este modo, el trabajo en equipo Higienista-Odontopediatra, es la forma más eficaz de alcanzar uno de los principales objetivos que tenemos los especialistas de esta rama de la Odontología: disminuir las patologías orales en nuestros pacientes infantiles e instaurar hábitos de higiene adecuados a esta edad, que en la mayoría de veces, permanecerán en el paciente adulto.

Por ello, los tratamientos que realizamos en los niños son principalmente tratamientos restauradores y preventivos. En estos últimos incluimos los selladores de fosas y fisuras, las técnicas de higiene, profilaxis y fluorizaciones, pudiendo realizarse todos ellos por un higienista dental.

Dependiendo de la conducta del niño, se establece un plan de tratamiento que generalmente llevaremos a cabo de la siguiente forma:

  1. Tras la primera visita, comenzamos con una cita sencilla de tratamiento en la que el paciente se familiariza con el sillón, instrumental odontológico, los ruidos y el personal.

    En esta primera sesión de tratamiento, la labor del higienista es muy importante: hay que enseñar técnicas de higiene. Al hacerlo en este momento, podremos ir evaluando la eficacia de los pacientes pediátricos en el cepillado a lo largo del resto de sesiones. Si la conducta es buena, el odontopediatra puede iniciar el tratamiento realizando alguna obturación u otro tratamiento sencillo.


  2. En el caso de que el manejo de la conducta resulte más complejo de lo habitual, la planificación del tratamiento se hace más extensa, realizando menos actos en cada cita. Así, el higienista comenzará realizando técnicas de higiene, selladores, profilaxis y aplicación de flúor en cubetas: tratamientos sencillos que nos permiten que el paciente pediátrico se vaya adaptando a nosotros y a nuestro trabajo en equipo.


  3. Una vez logrado el manejo psicológico, continuamos las sesiones realizando aquellos tratamientos más complejos y largos. Siempre tenemos que explicarle al niño, en un lenguaje adaptado - sustituyendo términos que resulten desagradables por otros más infantiles - lo que vamos a hacer. Los niños bien informados y familiarizados con nosotros responden sorprendentemente bien al tratamiento. Nuestro objetivo como equipo, es conseguir un estado de salud idóneo que pueda mantenerse por el propio paciente.

  4. En la última fase conviene realizar los tratamientos preventivos, por lo cómodos que resultan para el paciente. Así, el niño se va con un agradable recuerdo de su última visita a la consulta. Cuando finalizan las citas programadas, concluyendo con las necesidades de tratamiento del paciente, estableceremos un plan de prevención.

    Por otro lado, y puesto que los niños cambian mucho durante su crecimiento, es aconsejable que las citas de revisión-prevención sean cada 6 meses en casos normales, o cada 3 si han necesitado muchos tratamientos o los pacientes son potencialmente susceptibles a las patologías orales propias de la infancia.

    Estas citas son muy importantes para evaluar el estado del trabajo realizado, pero sobre todo, para reforzar las técnicas de cepillado y valorar las técnicas aprendidas con anterioridad, realizar profilaxis y aplicar fluorizaciones tópicas siempre que esté indicado, acciones que puede llevar a cabo el/la higienista. De esta forma, el niño es revisado por el equipo odontopediatra – higienista en la misma sesión, logrando resultados óptimos en el control del tratamiento y la prevención.

Conclusiones.

La colocación de una obturación en un paciente con un alto riesgo de caries no es un tratamiento completo si no se combina el tratamiento operativo con el tratamiento preventivo. Por tanto, la incorporación a la clínica odontopediátrica de un/una higienista dental es de gran ayuda a la hora del manejo de las patologías orales infantiles.

Dentro del plan preventivo para la salud oral infantil se incluyen: registro dietético, instrucciones de higiene oral y técnicas de cepillado, control de la placa, aplicaciones tópicas de flúor y selladores de fosas y fisuras. Esta parte tan importante del manejo de la patología puede y debe ser llevada a cabo por higienistas que faciliten la labor del odontopediatra en la clínica.

Cuando se finaliza el tratamiento dental, el equipo odontopediatra-higienista llevará a cabo un programa de seguimiento y prevención, haciendo más hincapié en aquellos niños potencialmente susceptibles de tener caries.

Bibliografía

  1. Zhang Q, Zou J, Yang R, Zhou X. Remineralization effects of casein phosphopeptide-amorphous calcium phosphate creme on artificial early enamel lesions ofprimary teeth. International Journal of Paediatric Dentistry 2011; 21:374–381.
  2. Parisotto TM, Steiner-Oliveira C, Duque C, Peres RC, Rodrigues LK, Nobre-dos-Santos M. Relationship among microbiological composition and presence of dental plaque, sugar exposure, social factors and different stages of early childhood caries. Arch Oral Biol. 2010 May;55(5):365-7.
  3. Guido JA, Martinez Mier EA, Soto A Caries prevalence and its association with brushing habits, water availability, and the intake of sugared beverages. International Journal of Paediatric Dentistry 2011; 21: 432–440.
  4. Mobley C, Marshall TA, Milgrom P. The Contribution of Dietary Factors to Dental Caries and Disparities in Caries. Acad Pediatr. 2009 Nov-Dec;9(6):410-4
  5. Koch G, Poulsen S. Pediatric Dentistry: A Clinical Approach. 1ª ed. Netherlands. Wiley-Blackwell; 2001.
  6. Tagliaferro ep, Ambrosano gm, Meneghim mde c. Risk indicators and risk predictors of dental caries in schoolchildren. J Appl Oral Sci. 2008 Nov-Dec;16(6):408-13.
POLÍTICA DE COOKIES © Revista Higienistas, 2016