Revista Higienistas.com
Ir a la home





FELICIDAD II

AUTOR


Pedro Quintana Cortijo
Contacto: pquintana@ontrail.info
- Consultor Internacional Comercial
- Manager de Ontrail S.L.
- Master Coaching e Inteligencia Emocional por la Universidad Pontificia de Salamanca UPSAM.
- Profesor de Liderazgo en el Master Coaching e Inteligencia Emocional de la Universidad de Alcalá.



Apenas acaba de comenzar el invierno, en Parma está haciendo un frío intenso acompañado de densas nieblas típicas de la región en esta época del año, esta circunstancia es una invitación irresistible para disfrutar del calor del hogar y compartir buenos momentos de conversación con mi hijo Javier.

Javier, a pesar de su juventud, muestra un sentido de la responsabilidad muy elevado, y en consecuencia rinde honor a sus compromisos de modo natural, es algo que ha trabajado e incorporado como hábito a su bagaje personal.

- “Dime hijo… ¿Has reflexionado sobre el artículo precedente acerca de la felicidad y has hecho los deberes?”
Tal y como esperaba, me da una respuesta afirmativa, pues como he dicho antes, es un hombre comprometido y por tanto, muestra esta capacidad de compromiso como bandera de su alto nivel de responsabilidad.
Me dice que entiende que la felicidad, percibida como un sentimiento, es un objetivo irrenunciable, que aunque a veces no la sintamos, no debemos olvidarla y tenerla siempre presente, y que no vale conseguirla a cualquier precio, que su consecución debe venir de la mano de acciones moralmente aceptables.

Respecto a los deberes, expongo de forma genérica las situaciones en las que manifiesta no haberse sentido feliz y qué sentimiento ha experimentado en cada ocasión:



Cada circunstancia expuesta, es normalmente una percepción de lo que ocurre en nuestro entorno, y en cuanto la descubrimos, realizamos una interpretación de la misma, (nos dice el profesor Echevarría que vivimos en mundos interpretativos, que en realidad no sabemos cómo son las cosas, sino como las interpretamos) en suma una historia que nos contamos a nosotros mismos sobre lo percibido, y que a partir de ese momento se constituye en estímulo que dispara nuestra emocionalidad, creando una sensación que podrá ser agradable o no.

Me gusta creer en la concepción ontológica del ser humano, y realizo un breve paréntesis para resumirla:

Consideramos tres dominios que definen la persona:
  • Cuerpo
  • Emocional (emociones y sentimientos)
  • Lenguaje (pensamientos, lenguaje verbal, etc…)


Los tres dominios están interconectados y son inseparables, de tal manera que un pensamiento puede convertirse en un estímulo de entidad suficiente para disparar una emoción que a su vez me produce una sensación corporal agradable o no.

Las percepciones sobre las circunstancias expuestas por Javier, son esos pensamientos convertidos en historias que disparan las emociones descritas de enfado y tristeza, que, tal y como decíamos en el artículo anterior “suponen desviaciones temporales del camino de la felicidad, y que también decíamos, que no debemos perder de vista”.

El resultado de todas esas desviaciones se concreta como ya hemos dicho, en un alejamiento pasajero de ese estado de equilibrio y bienestar.

Una vez llegado a este punto, puedo responder la pregunta de Javier:

- “Papá… ¿Qué acciones puedo realizar una vez que mi emocionalidad me ha llevado a un estado que no me da felicidad, y tengo sensaciones desagradables?”.

Pues bien, la respuesta es:

-“Hijo debes gestionar tus sentimientos y tus pensamientos”

-“¿Así de fácil papá…?”

Obviamente le digo que el hecho de que sea una respuesta breve, no implica que la propuesta de gestión sea sencilla.

Hablamos de sentimientos y pensamientos, encuadrados los dos en los dominios del Ser, tal y como hemos visto.

La gestión de estos dominios no es tarea sencilla, exige estar en posesión de unos conocimientos que te ayuden a conseguirlo.

Hablemos primero de los sentimientos, y para esto lo más adecuado es definir qué cosa es un sentimiento. De acuerdo con Antonio Damasio, uno de los neurocientíficos más reputados de la historia y de indiscutible talla internacional, define los sentimientos de una manera muy simple:
“Un sentimiento es una emoción percibida por la razón”

Es decir, cuando somos capaces de reconocer a nivel cognitivo un estado emocional, p.e. cuando decimos “estoy triste” o “estoy contento”, estamos hablando de emociones transformadas en sentimientos. Es en el momento que reconocemos un estado emocional, cuando somos capaces de intervenir sobre él, es decir gestionarlo (si tenemos los conocimientos adecuados), y volver de esta manera al camino central de la felicidad.

Los sentimientos se gestionan considerando principalmente si estos son de carácter adaptativo, es decir si me ayudan a alcanzar un bienestar, o por el contrario si estamos ante sentimientos desadaptativos que me alejan del equilibrio y el bienestar en mi vida.

Leslie Greenberg, un psicólogo sudafricano afincado en Canadá, describe en su publicación, “emociones: una guía interna”, de qué manera se puede afrontar el proceso emocional que nos llevará a aceptar como guía esos sentimientos que contribuyen a nuestro bienestar, y desechar aquellos desadaptativos que nos perjudican.

Atención no obstante, porque hay sentimientos no placenteros, que pueden ser perfectamente adaptativos. Sentir tristeza y dolor ante la pérdida de un ser querido es absolutamente necesario para transitar el duelo y recuperarnos de la pérdida, y digo recuperarnos, porque es una cuestión de responsabilidad con nosotros mismos y con los demás. La tristeza hay que vivirla y gestionarla en estos casos y no abandonarse a ella desesperanzados.

La lectura de estos autores nos ayudará sin duda a entender mejor los procesos emocionales, aunque recomiendo encarecidamente la asistencia a cursos de formación presenciales dónde se realizan talleres vivenciales, dirigidos por profesionales cualificados, que nos van llevando, de un modo ameno y entusiasmante, por el mundo de las emociones y sentimientos y su gestión.

-“De acuerdo papá, me queda claro que debo conseguir tener los conocimientos necesarios para gestionar mis sentimientos…”

-“Y qué me dices de los pensamientos papá, ¿Cómo se gestionan?”

-“Paso a paso hijo, de momento, te enseñaré a gestionar tus sentimientos, trabajaremos durante dos meses en ello, y después nos adentraremos en el mundo de los pensamientos en el próximo artículo…”

NOTA: Aquellos lectores interesados en recibir cualquier información o resolver dudas relacionadas con el artículo, pueden escribir a la siguiente dirección de correo: pquintana@ontrail.info

Bibliografía:

- “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva” - Stephen R. Covey
- “En busca de Spinoza” - Antonio Damasio
- “Ontología del Lenguaje” - Rafael Echeverría
- “Emociones: una guía interna” - Leslie Greenberg
 
POLÍTICA DE COOKIES © Revista Higienistas, 2016