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¿Qué está ocurriendo en la Odontología? ¿Qué está cambiando en las Clínicas Dentales?
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La respuesta a esta pregunta es: ¡NADA, QUE NO ESTÉ TAMBIÉN OCURRIENDO EN OTRAS PROFESIONES!
En las dos últimas décadas el mundo se ha transformado profundamente y sin embargo, no somos realmente conscientes de la velocidad de los cambios que nos rodean.
Por ejemplo, hace veinticinco años, un grupo de profesores de la Universidad Politécnica de Madrid mandaron, de forma experimental, el primer correo electrónico en España. Y desde entonces a hoy, en el mundo, más de 1.000 millones de personas tienen una cuenta de e-mail. Lo que, era desconocido hace unos años se convierte, a una velocidad de vértigo, en un modelo de conducta y así, sólo en España, se reciben más de 350 millones de correos electrónicos al día, hasta convertirse en una herramienta habitual de trabajo y comunicación.
Y ese desarrollo tecnológico que nos inunda supone, no sólo, modificar y adaptar nuestros hábitos diarios sino también importantes transformaciones en los negocios vinculados con dichos avances.
Otro ejemplo,…la música,…
Mis padres conocieron los vinilos ( los denominados LPs) y la cinta de casette.
Sin embargo yo, -como muchos de vosotros-, he conocido el vinilo, la cinta de casette, el CD, el DVD, el Ipod,…(y espero seguir viendo, durante muchos años, nuevas transformaciones), y en esta carrera de cambios, se quedaron por el camino, empresas que vendían vinilos, que vendían casettes o las cintas de videos sistema VHS, sistema Beta, sistema 2.000, e incluso grandes Corporaciones multinacionales han tenido que “reinventarse” y “adaptarse”, a pesar de haber sido líderes indiscutibles en el mercado mundial, como es el caso de KODAK que, en enero de 2012, se vio obligada a presentar un concurso de acreedores porque su viabilidad era dudosa.
¿Qué quiero decir con esto? Que la tecnología y la especialización están acelerando los cambios; y que ello nos obliga a estar permanentemente alerta para “adaptarnos” a cualquier cambio, ya sea tecnológico o de tendencias y conductas del consumidor.
Cambios que nos obligarán a cambiar nuestros modelos empresariales y de negocio. Y por supuesto, cambios que también se producen en el mundo de la odontología, para adaptarse a los nuevos tiempos.
Miremos un momento de reojo hacia atrás.
Hasta 1986, la actividad odontológica era desarrollada por los médicos-estomatólogos con un número muy bajo de profesionales, en relación con la población española. Circunstancia que provoco dos efectos: una odontología cara para el paciente (provocada por la ausencia de competencia) y unos bajos niveles de salud dental en la población por la escasez de profesionales y dificultad de educación sanitaria y acceso a los mismos.
Habida cuenta de este b>“déficit de profesionales existentes” y de que en materia de salud, “los índices colocaban a España en uno de los lugares más bajos de los países comunitarios”, el legislador, consciente de estos problemas, aprueba la Ley 10/1986 de 17 de marzo, por la que se crean, entre otras, la figura del odontólogo y del higienista dental, para formar así, “un grupo de profesionales más amplio y diferenciado de los que existían en aquel momento”.
A partir de ese momento, la nueva profesión de higienista dental convive con los médicos estomatólogos y los cirujanos maxilofaciales, así como con los nuevos profesionales creados, -los odontólogos-, que comenzarían a tener presencia en el mundo de la salud dental a partir de 1992.
Además de la aparición de esta nueva figura de los odontólogos, un nuevo concepto, comienza a aparecer en nuestra sociedad, el de los “derechos de los pacientes” y el de los “derechos del consumidor”
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Poco a poco, la actitud del paciente deja de ser “paciente” para empieza a reivindicar su papel de consumidor de servicios, a la vez que ejerce sus derechos como paciente. Reivindicaciones que, en los últimos años, se han disparado y que han provocado un aumento significativo de demandas judiciales y reclamaciones civiles contra las clínicas dentales y los dentistas.
La posición del dentista en la sociedad, como vemos, ha sufrido una transformación. Y lo mismo ocurre con la “consulta del dentista” o la “clinica tradicional” que ha pasado a transformarse en modernas empresas de venta de servicios que necesitan captar a sus clientes/pacientes.
El mundo de la empresa, -y una clínica dental, además de un centro sanitario, es una empresa-, se ha dotado de una serie de métodos y herramientas para guiar su dirección y valorar dónde se encuentra.
Cuando decidimos poner en marcha el proyecto de una clínica dental, lo primero que debemos saber es: ¿qué queremos? ¿ cómo nos vemos? ¿hacia dónde nos dirigimos?.
Si no sabemos hacia donde nos dirigimos, no podremos adoptar, en el día a día, las decisiones que nos lleven hacia los objetivos que, previamente, nos habíamos planteado.
No es extraño encontrarnos con dentistas o empresarios que montan una clínica dental, ponen el cartel de “ABIERTO” , hacen la publicidad que consideran oportuna y empiezan a trabajar copiando modelos de otras clínicas,….
Pero ese… no es un buen modelo.
Es necesario, tener una “hoja de ruta” que partiendo de lo que queremos, nos vaya guiando en función de nuestro posicionamiento en el mercado.
La ciencia de la empresa ha desarrollado instrumentos para mejorar la técnica de gestión. Así, por ejemplo, ha acuñado los términos MISION, VISION, VALORES y OBJETIVOS, que traducido en nuestro lenguaje cotidiano sería:
- ¿Cómo queremos que sea nuestra clínica en el futuro? (visión)
- ¿Cómo queremos que la clínica logre y consolide su propósito? (misión)
- ¿Cuáles son los principios inspiradores de la organización? (valores)
- ¿Qué resultados globales esperamos alcanzar en el desarrollo de nuestra actividad? (objetivos)
Cuestiones a las que, todo proyecto empresarial, debe dar respuesta.
Igualmente, la ciencia empresarial ha creado otra herramienta para analizar las características internas y situación externa de las empresas o los proyectos. Es el caso del Análisis DAFO; una herramienta que, a la vista de su resultado, permite planificar una estrategia de futuro y sus acciones.
Fue creado a principios de la década de los setenta y produjo una auténtica revolución en el campo de la estrategia empresarial.
Es cierto que ésta es una herramienta conocida, pero muy poco usada, porque en muchas ocasiones la decisiones de poner en marcha una clínica dental es más el resultado de un deseo y un convencimiento de que “va a funcionar”, que el resultado de un análisis de todos los factores que rodean a este tipo de proyecto.
Como conclusión, señalar que, con los cambios operados en la sociedad, la dirección y la gestión en las clínicas dentales debe estar orientada por principios técnicos, al margen de deseos o intuiciones, y que todas aquellas personas sobre las que recae dicha responsabilidad deben conducirse y aprender a manejar todas las herramientas que la ciencia empresarial le proporciona.
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