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Pase, pase, está usted en su casa
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Sin darnos cuenta podemos meter al enemigo en casa. ¿Cómo? ¿qué dices? ¿a qué te refieres? En un artículo reciente, cuyo enlace ponemos al final de este post, se nos informa que estos electrodomésticos tan salados y tan cuquis, como son los aspiradores automáticos, que deambulan por nuestra casa y que tienen como misión realizar una tarea tan engorrosa como limpiar nuestros suelos, pueden llegar a mapear nuestro hogar, vamos lo que viene siendo sacar un plano de la misma y enviar esta información al fabricante, y éste a su vez puede llegar a vender esta información a un grande, como puede ser Amazon, Google, etc…, que ya se encargarán ellos de sacarle partido.
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Teniendo en cuenta, y sin adentrarnos en un análisis exhaustivo, que todas nuestras casas se encuentran en registros públicos, como son el de la propiedad o el catastro y que esta máquina puede enviar la geolocalización de nuestro hogar y hasta el tipo de porquería que tenemos, podríamos concluir que este mapeo es un dato personal ya que nos puede hacer identificables y por tanto sujeto a nuestra legislación sobre protección de datos, y por tanto necesitarían obtener nuestro consentimiento.
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De aquí en nada, me veo en el hipermercado leyendo la letra pequeña de los contenidos de los electrodomésticos antes de comprarlos.
Sin duda, estamos inmersos en un momento de cambio del que percibimos solamente una mínima parte. Las generaciones venideras, estudiarán este periodo, como una etapa en la historia que supuso un cambio de paradigma, en suma, un cambio de modelo que afectó a toda la sociedad y que al hilo del tema que tratamos en este breve artículo, dejó nuestra privacidad a merced de la tecnología y por tanto expuesta a las miradas de todos.
Interesante ¿no?
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Javier López Alonso
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