En cuanto a la fauna, debido al pequeño tamaño del hayedo, no es la característica de este tipo de bosques, pero sirve de refugio para corzos, jabalíes, perdices, mirlos, pájaros carpinteros... y se piensa que en el curso del Jarama se esconde un extraño mamífero: el desmán de los Pirineos. Hasta hace no mucho tiempo, también se podían encontrar nutrias.
La fama de este enclave y el elevado número de visitas que recibía, con el consiguiente peligro de conservación, hizo en su día que la agencia de Medio Ambiente lo clausurara para regular el régimen de visitas.
Actualmente el acceso está muy restringido debido a su fragilidad, y para disfrutar de una visita guiada, se debe reservar plaza con antelación.
Dicha autorización debe solicitarse en el Centro de Recursos de Montaña de Montejo de la Sierra.
La visita dura una hora aprox. y se realiza con un guía que va dando explicaciones a lo largo de los tranquilos senderos de este paraíso natural que está limitado en su parte inferior por el río Jarama. Empieza en un camino que se abre en mitad de una bóveda vegetal formada en su primera parte por grandes robles. A continuación se descubren las verdaderas protagonistas. Rodeando un claro del bosque, aparecen con sus troncos y ramas cubiertas de musgo y sus hojas de colores pardos y amarillos. Su tamaño y edad han hecho que a algunas de ellas se las haya puesto nombre, como la de la Roca, un haya de más de 250 años.
Después el camino asciende por la ladera y cruza la parte más cerrada del bosque. Esta es la parte más íntima del bosque.
Antes de volver, es recomendable transitar por la parte alta del monte, llamado el Chaparral, entre bosquecillos de acebos.
La mejor época del año para visitar el hayedo, y disfrutar de sus colores en su máximo apogeo suele coincidir con las dos últimas semanas del mes de Octubre y la primera de Noviembre. El mejor momento es al amanecer, con nieblas , frío y unos preciosos juegos de luz.
En definitiva, imprescindible para los amantes de la Naturaleza, y por su emplazamiento, fenomenal para conocer los pequeños pueblos de los alrededores, llenos de encanto y tradición.
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