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RIESGOS ERGONÓMICOS EN LA PROFESIÓN DE HIGIENISTA BUCODENTAL


La adaptación a nuestro país de las directivas europeas referentes a la PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES, ha supuesto una gran profusión de normativas legales al respecto y lo que es más importante, la aparición de la Ley 54/2003 de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. Esta Ley conlleva una modificación de la filosofía de actuación, tanto a nivel empresarial como de los propios trabajadores mediante el fomento de una auténtica cultura preventiva a través de la promoción de la educación en dicha materia en todos los niveles. En este marco, Laboris Prevención y Consultoría desarrolla su actividad formativa e informativa, teniendo en cuenta los riesgos específicos que se presentan en los sectores de actividad al que van dirigidos, y señalando las medidas preventivas oportunas en cada caso.
El objetivo de este artículo es, por tanto, contribuir a elevar el nivel de conocimientos de los/las higienistas bucodentales sobre los riesgos derivados de su actividad diaria y las medidas a adoptar para realizar su trabajo de una forma segura. En este caso nos centraremos en los RIESGOS ERGONÓMICOS por ser uno de los más importantes en la profesión de los/las higienistas bucodentales, deteniéndonos en los movimientos repetitivos, la carga estática o fatiga postural y en la manipulación manual de cargas.

LOS TRASTORNOS MUSCULOESQUELÉTICOS

Los transtornos musculoesqueléticos incluyen diversas clases de alteraciones, como inflamaciones de los tendones, de brazos, muñecas, codos y hombros, debido generalmente a movimientos repetitivos y a periodos prolongados de trabajo estático. También causan la compresión de los nervios, mialgias y trastornos degenerativos de la columna.
El diseño del puesto de trabajo influye sobre las posturas y movimientos que realizamos durante el trabajo. Si el diseño es inadecuado o tomamos posturas o movimientos inapropiados, podrían ser los causantes del sobreesfuerzo de ligamentos, músculos, cartílagos, articulaciones, nervios, etc. Esto conllevaría excesivos gastos de energía (tanto física como psicológica) y traumas por sobreesfuerzo con la patología consiguiente. Las zonas más afectadas en la profesión de higienista bucodental son cuello, hombro, espalda, codo, muñeca y manos.

Entre las causas primeras podemos señalar:
  • Mantenimiento de la misma postura a lo largo de la jornada laboral.
  • Posturas dolorosas o fatigantes.
  • Ejecución de movimientos muy repetitivos y de corta duración.
  • Inadecuada manipulación de cargas.


MEDIDAS PREVENTIVAS

Las principales medidas que deben adoptarse tienen carácter ergonómico y también organizativo, ya que en muchos casos debe diseñarse de nuevo el puesto de trabajo con el fin de:
  • Corregir las posturas y los movimientos forzados.
  • Mantener la distancia óptima de materiales e instrumentos de trabajo para facilitar su alcance entre los planos de los hombros y las caderas.
  • Establecer pautas de descanso.
  • Rotar en las tareas realizadas.
  • Realizar una adecuada manipulación de cargas.
  • Conseguir un buen acceso, visibilidad y confort durante todo el tiempo
Las lesiones pueden producirse en distintos puntos del cuerpo; tratamos a continuación la localización del dolor, los síntomas, causas y acciones preventivas.

LOCALIZACIÓN DEL DOLOR SÍNTOMAS CAUSAS PRINCIPALES ACCIONES PREVENTIVAS
CUELLO Frecuente dolor, rigidez, entumecimiento, hormigueo o sensación de calor localizado en la nuca, durante o a lo largo de la jornada. Posturas forzadas de la cabeza: cabeza girada, inclinada hacia atrás o a un lado, o muy inclinada hacia delante.

Mantener la cabeza en la misma posición durante muchos minutos.

Movimientos repetitivos de la cabeza y los brazos.

Aplicar fuerzas con los brazos o las manos.

- Iluminar la zona de trabajo evitando reflejos y sombras molestas.

- Los objetos que se miren frecuentemente deben estar enfrente y por debajo de los ojos.

- No manipular manualmente cargas pesadas.

- Disminuir el peso de los objetos manipulados, evitando levantarlos por encima de los hombros o bajarlos por debajo de las rodillas.

- Evitar inclinar mucho el tronco por delante y, en especial, girarlo o echarlo hacia atrás sin apoyarlo en un respaldo.

- Reducir la intensidad del trabajo físico, introduciendo pausas frecuentes, o alternándolo con actividades más ligeras que no fuercen la espalda.

- Realizar pequeñas interrupciones del trabajo (de 1 o 2 minutos) cada pocos minutos.

- Evitar el trabajo repetitivo, alternando tareas diferentes durante la jornada.
ESPALDA Dolor localizado en la parte baja de la espalda o irradiado hacia las piernas. Levantar, depositar, sostener, empujar o tirar de cargas.

Posturas forzadas del tronco: giros e inclinaciones atrás, hacia los lados o adelante.

El trabajo físico muy intenso.


1. MOVIMIENTOS REPETITIVOS

Son pequeños traumatismos que se producen durante la realización de tareas que requieren ciertos movimientos repetitivos, realizados con frecuencia.
En principio, la tarea en sí no es traumática, pero al acumularse su efecto negativo a lo largo del tiempo, producirá lesiones. Los principales problemas de lesiones y enfermedades profesionales en el trabajo, están asociados a los movimientos repetitivos.
En mecánica se conoce la “teoría de la fatiga de los materiales”, que explica que una fuerza por pequeña que sea, puede llegar a producir el efecto de rotura del material.
La aparición de molestias en zonas de hombros, codos y de la mano–muñeca, tiene su origen sobre todo en la excesiva extensión y flexión o desviación de la muñeca, unas posturas de extensión, flexión y abducción exageradas de los brazos, unidas a una repetición de la tarea, que cobran mayor importancia cuando aparecen ligadas, además, a esfuerzos excesivos.
Existe una correlación positiva entre algunas actividades y problemas fisiológicos.

Algunos ejemplos:
- “Síndrome del túnel carpiano” : Se produce por repetidas extensiones y flexiones, rotaciones, desviaciones movimientos con fuerza, de la muñeca, presión con la mano, o con los dedos.
- Tendinitis: Se produce al llevar a cabo esfuerzos sucesivos con la muñeca realizando flexiones - extensiones o desviaciones cubitales.
- “Síndrome del conducto torácico” :Transporte de cargas pesadas con las manos, Transporte de cargas en los hombros, hiperextensión del brazo, alcance por encima de la cabeza.

Cuando exista algún indicio de que nuestro trabajo puede dar lugar a lesiones osteomusculares, deberemos identificar los factores de riesgos y ver en que medida se producen y en que medida se pueden evitar.

2. CARGA ESTÁTICA – FATIGA POSTURAL

Es habitual encontrar muy diversas actividades en el puesto de trabajo del/la higienista bucodental donde las posturas (inclinado, con los brazos en alto, etc.) son un riesgo de daño musculoesquelético o, cuando menos, causa de fatiga.
Las posturas que se adoptan a lo largo de la jornada laboral vienen determinadas por la combinación de múltiples factores, como:
  • Exigencias físicas de la tarea: van a determinar el tipo de movimientos y fuerzas que deben realizarse.
  • Exigencias visuales: la demanda visual de la tarea va a obligar a forzar la postura.
  • Condiciones de iluminación: van a influir en la postura cuando sean insuficientes, haya deslumbramientos, reflejos y la tarea exija cierto nivel de calidad visual.
  • Diseño del puesto: los lugares de trabajo, elementos, instrumental, equipos, mobiliario, etc., van a influir considerablemente sobre la postura que se adquiere durante la realización de la tarea.
  • La organización del trabajo: el ritmo, las pausas, la frecuencia de movimientos, la duración de los descansos, etc., son factores que interactúan con el factor postural y que pueden agravar sus consecuencias.
Las alteraciones osteomusculares y, junto a ellas, el dolor y las lesiones de espalda de origen laboral, constituyen un importante problema de salud en la actividad que se desarrolla en una clínica dental. Los problemas de espalda son, en muchos casos, la principal causa de baja por enfermedad.

Existen una serie de componentes relacionados con posturas de trabajo forzadas que pueden producir a largo plazo una enfermedad laboral, donde juegan un importante papel tanto la edad como las predisposiciones individuales. Como recomendación general, es conveniente evitar mantener la misma postura durante todo el desempeño de la actividad laboral, puesto que los cambios de postura siempre van a resultar beneficiosos. Si no contamos con la posibilidad de cambiar de postura, deberán establecerse pausas de descanso.

El trabajo sentado

Una gran parte del trabajo del/la higienista dental se desarrolla en la postura sentada.
Ahora bien, el trabajo sentado, puede resultar incómodo si:
  • No se alterna con otras posiciones que puedan implicar un cierto movimiento.
  • El/la higienista bucodental no cuenta con espacio suficiente para las rodillas.
  • Hay que manipular objetos pesados.
  • Son necesarios frecuentes alcances altos o bajos.
  • A menudo se requiere realizar fuerza hacia abajo.

Medidas Preventivas:
  • Mantener el tronco derecho y erguido frente al plano de trabajo y lo más cerca posible de este.
  • Comprobar que alcanzan todos los elementos del puesto de trabajo sin estirar demasiado el cuerpo ni los brazos.
  • Evitar posturas estáticas durante largo tiempo, cambiando de postura frecuentemente. Realizar pausas, efectuar movimientos suaves de estiramiento de músculos.
  • Se recomienda que la silla sea de cinco ruedas, asiento y respaldo regulables en altura.


El trabajo de pie

Cuando el trabajo lo realizamos de pie se presentan algunos inconvenientes, como una circulación lenta de la sangre por las piernas, tensión muscular constante para mantener el equilibrio , tensión que aumenta al inclinarse hacia delante.
Para evitar, en la medida de lo posible, los problemas inherentes al trabajo de pie, deben respetarse los siguientes principios:
  • El plano de trabajo: los elementos de accionamiento y control de los equipos, y el instrumental, estarán dentro del área de trabajo.
  • El plano de trabajo debe estar a nivel de los codos, en términos generales, si bien se puede variar según las características de la tarea. Para los trabajos de precisión, el plano de trabajo puede estar situado ligeramente más alto que los codos, para disminuir el trabajo estático de los brazos.
  • Si por el contrario los brazos deben realizar el esfuerzo, es conveniente bajar el plano de trabajo, de este modo el ángulo de flexión del brazo será superior a 90º, permitiendo así realizar una mayor fuerza muscular.
  • Para retrasar la aparición del cansancio: Se deberá alternar esta posición con otras como la de sentado o que impliquen movimiento. Siempre va a resultar preferible estar sentado/a a estar de pie. Si el trabajo a desempeñar debe realizarse de pie, se deberá poder trabajar con los brazos a la altura de la cintura y sin tener que doblar la espalda.
  • Deben realizarse pausas, cambiando la posición del cuerpo y efectuando movimientos suaves de estiramiento de los músculos.
  • Alternar el apoyo del peso del cuerpo sobre un pie, manteniendo el otro sobre un apoyo.
  • Para manejar carga estando de pie, evite torcer el tronco. Es mejor girar todo el cuerpo dando pasos cortos.

Elección de la altura del plano de trabajo:
Para elegir la altura de trabajo, deben tenerse en cuenta:
- La postura adoptada por la/el higienista
- Las diferentes personas que pueden trabajar en el puesto.
- El esfuerzo requerido.
- La altura de los objetos con los que se va a trabajar.


3. MANIPULACIÓN MANUAL DE CARGAS
Una manipulación inadecuada puede producir lesiones, ya sean puntuales o acumulativas.
Estas son:
  • Lumbalgias
  • Hernias
  • Desgarramientos
  • Ciática
  • Lesiones de vértebras
  • Golpes en diversas partes del cuerpo
  • Caída del peso a los pies
  • R.D. 487/1997
    sobre disposiciones mínimas en materia de seguridad y salud relativas a la manipulación manual de cargas


    Para reducir la posibilidad de lesionar la espalda, debemos aplicar las siguientes normas de seguridad:
    • Procurar no exceder los 25Kg. No levantar más que la carga que admita la capacidad de cada persona.
    • Agacharse para agarrar la carga. NO DOBLAR LA ESPALDA.

    Considere estos seis elementos a la hora de levantar un peso:
    1. Abrir las piernas ligeramente y colocar los pies rodeando la carga a levantar.
    2. Flexionar las piernas y mantener la espalda derecha, no necesariamente vertical.
    3. Mantener la barbilla cerca del cuerpo. No estirar el cuello.
    4. Utilizar las palmas de las manos para agarrar fuertemente la carga procurando seguir el contorno de la carga.
    5. Situar los codos pegados al cuerpo y efectuar el levantamiento con la fuerza de la musculatura de los muslos, nunca con los de la espalda.
    6. Acercar el cuerpo a la carga para centralizar el peso.
    Depositar las cargas adecuadamente:
    Realizar la operación de bajada considerando las mismas recomendaciones que para elevarlas.
    No arrojar las cargas de cualquier modo.
    No curvar la espalda; utilizar el mismo sistema de levantamiento de cargas pero a la inversa.

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