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D. MANUEL TROITIÑO PELAZ
Nacido en Valladolid. Tiene 43 años. Casado y con tres hijos.
Diputado de la Asamblea de Madrid, desde 1995 al año 2003.
Actualmente Concejal Presidente del Distrito de Moncloa-Aravaca, en el Ayuntamiento de Madrid.
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A lo largo de su carrera política ha demostrado un especial conocimiento e interés por los Colegios Profesionales ¿Cuál es la razón?.
Es cierto que he participado en varios desarrollos legislativos de creación de Colegios Profesionales, y el principal argumento para hacerlo es mi convencimiento de que son un importante elemento vertebrador de la sociedad.
La propia Constitución recoge expresamente la figura de los Colegios y las leyes de desarrollo les encomienda la función de ser un instrumento para la satisfacción de los fines de interés general relacionado con el ejercicio de la profesión, y de forma específica, les encomienda la formación y el perfeccionamiento de los colegiados y la mejora de la calidad de las prestaciones profesionales.
Todo lo dicho nos lleva a la necesidad de que una Institución, además de la Administración, vele por la calidad y adecuación del ejercicio de la profesión.
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No existiendo antecedente alguno de Colegio de Higienistas en España, Ud y su grupo parlamentario apostaron por su creación, ¿Qué datos o circunstancias despertaron su interés en el caso del Colegio de Higienistas Dentales de Madrid?.
En los últimos años el Gobierno de la Comunidad de Madrid ya ha mostrado su talante y especial sensibilidad a la ordenación de las profesiones y al establecimiento de profesionales de otras regiones.
Existen, desde un punto de vista general, diversos grupos de profesionales que, por la trascendencia de su profesión, requieren una atención especial por parte de los poderes públicos y las profesiones relacionadas con la salud humana, en este caso la salud dental, están en el sector de máxima preocupación.
Concretamente, en el caso de la profesión de higienista dental, existen en nuestra región unos 1.000 higienistas que están en disposición de acceder al ejercicio profesional en el ámbito de la salud dental. Por otra parte los datos económicos derivados de la actividad que realizan, tanto en el ámbito privado como en el área pública, son de una magnitud lo suficientemente importante como para que dicha economía se mueva dentro de los límites de la más estricta profesionalidad y normas deontológicas.
Todo lo dicho nos llevó a la necesidad de dar carta de naturaleza al correspondiente Colegio Profesional que velase por la calidad y la adecuación de la actividad de higienista dental.
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Desde el punto de vista legislativo, ¿cómo se desarrolló el proceso de aprobación de la Ley de Creación del Colegio de higienistas de Madrid?.
El proyecto lo remitió el Gobierno y se constituyó la correspondiente Ponencia Técnica, cuyo trabajo hay que destacar ya que fue capaz de exponer, con calidad y claridad, la importancia de contar con un Colegio de Higienistas en Madrid, ante el Pleno de la Asamblea de Madrid, Órgano Legislativo de la Comunidad de Madrid, encargado de aprobar las Leyes.
En ese punto, fue evidente la voluntad desde el Gobierno y desde la Asamblea de sacar este proyecto, ya que los diversos dictámenes, así como las votaciones parlamentarias fueron superando los trámites legales, en unos plazos razonables.
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Una vez aprobada la Ley y creado el Colegio de Higienistas de Madrid ¿Qué resultados se espera obtener de dicha creación?.
Estoy seguro de que la creación del Colegio de Madrid, debe repercutir en la mejora del ejercicio y en la calidad de la profesión de higienista dental.
Y ello redundará, en consecuencia, en los propios ciudadanos, y en el conjunto de la salud dental, obteniendo un servicio desarrollado por profesionales capacitados y orientados por un Colegio Profesional que pueda establecer las pautas éticas y profesionales de actuación, evitando en todo caso, el ejercicio de la profesión por quien no se encuentre capacitado para ello, bien por falta de la titulación requerida, bien por la falta de colegiación.
¿Por qué se adoptó la fórmula de colegiación obligatoria para los higienistas que ejercieran la profesión y no una formula de colegiación voluntaria?.
La Ley de Colegios Profesionales de la Comunidad de Madrid obliga de forma inequívoca a la colegiación. Establece que es requisito indispensable para el ejercicio de las profesiones colegiadas hallarse incorporado al Colegio correspondiente, tesis avalada, incluso, por el Tribunal Constitucional.
Pero además, en el caso que nos ocupa, la complejidad de la actividad del higienista dental exige una Institución que controle la ordenación de la profesión y la actividad de estos profesionales en los centros de salud dental.
Es por tanto una garantía para salvaguardar la profesión pero es, sobre todo, una garantía para evitar actuaciones de personas no capacitadas, y con ello garantía para los propios pacientes y para la sociedad.
¿Qué trascendencia institucional puede tener la creación del Colegio de Madrid, en el resto del colectivo de España?.
El Colegio de Madrid ha sido pionero en España y eso a la vez de llenar de orgullo a los higienistas incorporados al Colegio, les debe servir de acicate y responsabilidad, ya que ellos son en este momento pauta de comportamiento y ejemplo práctico para el resto del colectivo que han comenzado ya sus respectivos procesos de creación.
Ha transcurrido un año desde la creación del Colegio de Madrid, ¿ Qué opinión le merece la trayectoria seguida hasta el momento?
He tenido conocimiento, a través de la Junta de Gobierno de los numerosos trabajos realizados en el ámbito institucional con distintos Organismos del Gobierno regional, como la Viceconsejería de Sanidad, la Dirección General de Acreditación, e incluso con organismos como el INEM, todos ellos orientados a ordenar y mejorar la profesión.
Igualmente me ha sorprendido que en tan breve espacio de tiempo el Colegio esté presente en los medios digitales de comunicación y la rápida organización de servicios colegiales; todo lo cual demuestra un entusiasmo y capacidad de trabajo del colectivo digno de aplauso.
Por todo ello sólo cabe felicitar a los higienistas por su labor y a la vez sentirme orgulloso de haber participado con ellos en la creación de su Colegio Profesional.
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