La bulimia es un trastorno cada vez más frecuente en cuyo diagnóstico juegan un papel determinante los profesionales de la odontología. Se caracteriza por la ingesta excesiva de alimentos seguido por métodos compensatorios para evitar el aumento de peso, como vómitos autoinducidos, consumo excesivo de laxantes o diuréticos, restricciones alimentarias severas o ejercicio extremo.
La bulimia conlleva trastornos físicos entre los que se encuentran diarrea y estreñimiento, estados depresivos, anemia, agotamiento, pérdida de energía, calambres y desmayos, abrasiones en el dorso de las manos, oscilaciones en el peso corporal, irregularidades menstruales o hipopotasemia. También conlleva trastornos emocionales y de la conducta, como ansiedad, trastorno de la imagen corporal, temor a engordar, percepción continua de hambre, cambios bruscos de humor, proposición de metas por encima de sus posibilidades, atracones de comida a escondidas, almacenamiento de comida y vómitos provocados, mentiras, etc.
En cuanto a la salud bucodental, los ácidos del estómago ascienden a la boca al vomitar, generando diferentes lesiones:
- Perimolisis o erosión del esmalte de las caras palatinas de los dientes superiores, ya que los inferiores se encuentran más protegidos por la lengua.
- Daños a las encías, paladar y garganta.
- Aumento o hipertrofia de las glándulas salivales (cara de castor).
- Halitosis (mal aliento) debido a la acumulación de alimentos y bacterias en la boca.
- Cambios en la apariencia dental como decoloración, fracturas, desgaste o irregularidades en la superficie de los dientes.
Aparte de estas lesiones, la ansiedad que provoca la bulimia a menudo causa bruxismo.
Otra repercusión bucodental debido el abuso de diuréticos es la sequedad bucal que puede originar caries en la zona de los cuellos.
A nivel bucodental se pueden apreciar tres etapas de la bulimia:
- En el periodo inicial las repercusiones son escasas y casi inapreciables.
- En el periodo intermedio se observan lesiones en la superficie del esmalte, sin observarse pérdida en los bordes incisales. Esto indica que lleva varios meses con el problema.
- En el periodo final las lesiones son ya muy importantes con pérdida no sólo de esmalte sino también de dentina, llegando incluso a exposición pulpar. Esto indica que lleva varios años con el problema.
Mientras persista el problema de bulimia, es fundamental cuidar de la salud dental:
- Utilizar un cepillo suave ejerciendo una presión muy ligera
- Evitar el cepillado inmediato después del vómito
- Usar pasta dental con flúor y ph neutro y enjuagues bucales con flúor y sin alcohol
- Eliminar las sustancias ácidas de la boca lo antes posible enjuagándose la boca profundamente con agua y, a ser posible, con una cucharadita de bicarbonato.
- Disminuir el consumo de alimentos y bebidas ácidas y potencialmente erosivas
- Finalizar las comidas con alimentos con ph neutro
- Masticar chicle sin azúcar para generar saliva
Cuando el problema de la bulimia está totalmente solucionado, se pueden reparar los daños producidos mediante carillas. Si el grado de pérdida del esmalte en la cara posterior de los dientes superiores es muy elevado, será necesario también hacer coronas para proporcionar a los dientes un nuevo recubrimiento de porcelana que sustituya a la gran cantidad de esmalte perdido.
Debido a que los dientes inferiores están más protegidos por la lengua y, por tanto, su daño es menor, en caso de que fuera necesario se pueden blanquear, permitiendo así elegir un color más claro para las carillas superiores.
Referencias:
ALVARADO MASO ALESSANDRA, CEDILLO AYALA MARISABEL, RIVAS Z GISELL, MORA TERESA. Bulimia: Revisión bibliográfica. Acta odontol. venez [Internet]. 2001 Abr; 39( 2): 70-73.
https://www.adanermalaga.com/bulimia-nerviosa/
Dory Sánchez Sánchez
Higienista Dental (colegiada nº 280010)
Comisión de Estética Dental del Colegio Profesional de Higienistas Dentales de Madrid